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Apuntes del Siglo
XX….y XXI
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Siempre
se ha dicho: “Todos los caminos conducen a Roma”. O a Santiago o a la Meca. Da
igual. El significado es el mismo. Lo interesante es ver si todos los senderos
llegan al mismo sitio, si todo conduce al mismo personaje. Eso es lo que está
pasando ahora. Todos los fenómenos corruptos, todas las corruptelas, todas las
crisis, políticas o económicas, conducen al mismo sitio: Aznar.
Nos han
vendido, como se vende en una tómbola de feria, dos cínicas ideas: una que
Zapatero es el culpable de la crisis que estamos sufriendo, que dejó España
hecha una ruina, y la otra que socialismo era sinónimo de corrupción, dicho con
toda la solemnidad de la que Aznar es maestro. Zapatero cometió errores, de
previsión y de estrategia, sí. Zapatero pensó que con medidas conservadoras se
atajaba la crisis. Se equivocó todo lo que queramos, pero no fue el origen de
la crisis. Eso ha sido una falacia del PP y de sus medios afines.
La
crisis ha sido un fenómeno global y sistémico, achacable a varios factores,
todos relacionados con el neoliberalismo conservador. A nosotros, en España, lo
que más daño nos ha hecho ha sido la liberalización y privatización del sistema
económico y productivo que puso en marcha la batuta del Sr. Rato. Luego por ahí
tirando del hilo llegamos a Aznar. ¡Qué casualidad! Por el sendero de la
crisis, llegamos a Aznar.
¿Y si
hablamos de la corrupción? Corrupción hay en todas las parroquias. Pero en
muchos de los casos, ahondando, siempre se llega al mismo origen. La trama
Gürtel. Una trama que lleva ya más de cien imputados; una trama que tiene su
origen estratégico en Correa. ¿Y dónde estaba Correa? No andaba muy lejos de
Aznar. Caso Jaume Matas, presidente de la comunidad balear y ministro de Aznar;
casualidad. Caso Bárcenas, uno de los varios tesoreros que ha tenido el PP
desde su fundación, con Aznar de presidente. Otra casualidad. Y ahora Blesa y
Rato; Blesa persona de confianza de Aznar que lo colocó al frente de Caja
Madrid, y Rato, nada más y nada menos que vicepresidente del Gobierno de Aznar.
Nueva casualidad. Por eso si Rajoy tira de Rato, llega a Aznar. Por cierto a
Rajoy lo nombró el dedo de Aznar.
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