___________________________________________________
Apuntes del Siglo
XX….y XXI
___________________________________________________
Sí.
Sábado 24 de mayo, día de reflexión. La dificultad añadida, es que me pongo a
escribir cuando no se sabe el resultado de las elecciones de mañana domingo.
Aún a sabiendas de que algunos lectores leerán estas líneas cuando ya se sepa
el resultado de las urnas. Y sabremos como han quedado distribuidos los escaños
del Parlamento Europeo. La semana que viene cuando me ponga a escribir, podré
emitir un juicio de cómo ha quedado. Pero a pesar de la dificultad, no rehúyo
la ocasión de hacer una reflexión antes del parto, y luego, otra, después del
parto.
Antes de
conocer el recuento me atrevo a vaticinar que no se producirá un gran vuelco en
el equilibrio de fuerzas. Son las cosas de la política. La política se mueve
por percepciones y no por realidades. Todo parece indicar que, tanto la crisis
como la salida de la crisis, se ha originado, se ha producido desde las
corrientes económicas e ideológicas del conservadurismo neoliberal. Yo me
atrevería a asegurar que salvo excepciones interesadas, esto es un principio
asumido por una mayoría social.
Si así
fuera, lo lógico, lo esperable, lo deseable, sería un vuelco por el que se
acabara la preponderancia de esa derecha merkelista, que habría sido “la
culpable” de la situación en la que nos encontramos. Es el juego democrático de
la alternancia. Pero no. No parece que vaya a ser así. En España, por ejemplo,
y siempre según las encuestas, el PP y el PSOE se van a repartir los escaños
por igual, o en todo caso, uno por encima, o uno por debajo. En los demás
países, en la totalidad de la Unión Europea, no me atrevo a lanzar un
resultado. No sé lo que pasará.
Por
tanto, yo tengo dos temores: Uno el anunciado de que no se produzca el giro que
algunos pensamos necesario para cambiar el rumbo de un destino nefasto, que nos
han vendido como único camino, y que humildemente pienso que no es el único,
que hay otros caminos. Pero a otra cosa le temo más: que surjan voces
populistas, oportunistas, de carácter radical, que obtengan mayorías, o que al
menos, tengan la llave para determinadas decisiones. Ojo, que todas las
minorías no son populistas. Ojalá y se pudieran constituir mayorías
progresistas con la unión de minorías. Mejor que mayorías absolutas. La semana
que viene hablaremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario