SITUACIÓN DEPLORABLE

__________________________________________________

La Educación en España

__________________________________________________

Reconozco que mi verdad, es solo la mía, pero que no es la verdad absoluta. Vaya por delante que lo reconozco. Muchos de los aspectos que se plantean en los debates sobre la Educación, son discutibles, y la solución no pasa por otro camino que el de ceder y consensuar. Pero, al mismo tiempo reconozco, que me enerva cuando veo que para fundamentar posiciones, se basan en argumentos falsos, para llegar a su verdad. Que es la suya. Pero basada en principios falsos.

Es falso de toda falsedad que la nueva Ley Wert era necesaria por la mala situación en la que se encuentra nuestra Educación. Alguien está pretendiendo engañarnos y colarnos por la puerta de atrás unos criterios poco confesables, y por eso recurren a decir que lo hacen para corregir las deficiencias de nuestro sistema. Dicen: “Todo el mundo coincide en que la Educación en España está muy mal” Todos no. Algunos que hemos participado de forma directa en el cambio de los últimos cincuenta años, pensamos que se ha dado un paso de gigante en le Educación en España.

Hemos pasado de un sistema educativo postergado, a un sistema, que por lo menos puede colocarse en el ranking de los países más desarrollados. Pero dejemos las escalas de evaluación de las que habría mucho que hablar, y vamos a fijarnos en tres puntos fundamentales en el avance de nuestra realidad educativa:

1.- Podemos comparar los índices de analfabetismo en España, de ayer a hoy.

2.- Podemos comparar la consideración de nuestros estudiantes en el extranjero.

3.- Y la más importante: el número de ciudadanos que se benefician del sistema.

¿Eso no es un adelanto? Pero vamos a conceder al ministro Wert, un margen de confianza en que su propósito es el de mejorar la calidad de la enseñanza. Avanzar es bueno siempre. Para mejorar tenemos mucho recorrido pendiente. Pero, le pido al Sr. ministro que me diga un artículo, -uno solo-, de su nueva Ley, que esté dedicado a mejorar esa “situación deplorable” de la que se queja