___________________________________________________
Apuntes del Siglo
XX….y XXI
___________________________________________________
Desde hace mucho tiempo, algunos venimos
denunciando, que en España la corrupción se estaba convirtiendo en uno de los
principales problemas. Problema, que ha tomado dimensiones insoportables. Por
muchos motivos. Pero sobre todo porque los partidos se han dedicado, a
justificar, a proteger, a los corruptos encuadrados en su filas. A veces,
incluso porque esas corruptelas han ido dirigidas a beneficiar las finanzas del
propio partido. Se han limitado a decir: “y tu más” Eso es lo único que han
hecho para evitar esta lacra tan dañina.
Resulta esperpéntico ver a la secretaria general del
Partido Popular, María Dolores (de) Cospedal exigiendo al líder de Unió, Josep
Antoni Duran, que dimita porque su partido cometió delitos de financiación
ilegal. Con estas posturas ponemos a las claras que no se quiere acabar con la
corrupción. No hay voluntad política. Pero alguien tiene que levantar la mano,
para decir: ¡Basta ya!
La Justicia tampoco ha estado a la altura que
requiere este grave problema. Y no siempre ha sido por falta de medios, que
también. Es la lentitud en los procedimientos lo que favorece que algunos
corruptos, la mayoría, se vayan de rositas. No nos podemos permitir que se
esclarezca el caso de Durán Lleida, 13 años después de haberse iniciado la
causa. Es un escándalo que la Justicia tardara 15 años en actuar en el caso
Marbella. Y no sabemos cuánto se tardará en esclarecer otros muchos casos, más
sonados, que llevamos oyendo muchos años.
Pero, como todo conflicto en democracia, quien tiene
que tomar la iniciativa es la política. Hay que regular, por ley, los plazos en
las investigaciones judiciales. Hay que modificar, por ley, el funcionamiento
interno de los partidos. Hay que establecer controles “reales”, -sí reales-, en
todas las instituciones del Estado. Hay que impedir, por ley, que imputados
ocupen cargos de responsabilidad. ¡Ah! Y establecer una sanción dura,
inmediata, a quien, por intereses partidistas, acuse a otros sin pruebas. ¡Qué
también es corrupción, y no menos grave! ¿Quién va a ser el primero que, desde
mañana, empiece a proponer medidas en esa dirección?
No hay comentarios:
Publicar un comentario