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Apuntes del Siglo
XX….y XXI
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Han pasado 37 años. Hemos ido construyendo entre todos
el cambio, -hacia mejor-, de una sociedad moderna, equiparable a cualquier otra
de Occidente. Partiendo de un país encallado en el retraso político, económico
y social, habíamos llegado a disfrutar de los adelantos propios de una sociedad
avanzada. La política y la sociedad, la sociedad y los políticos, habíamos
conseguido salir de un pozo que los más viejos no esperábamos, y los más
jóvenes no lo perciben.
Los viejos creíamos que aquello era lo normal para los
españolitos de a pie, que estábamos condenados a mirar a los europeos como
seres superiores. Estábamos resignados a ver que existían otros modos de vida,
imposibles de alcanzar porque éramos pobres, no teníamos los medios que otros
se habían forjado. Pero mire Vd. por donde, surgieron políticos y ciudadanos
capaces de romper con esa resignación. Fueron los artífices de que hoy nos
hubiéramos colocado en el centro mismo de una sociedad avanzada.
¿Y los jóvenes? Los jóvenes no han vivido ese cambio. Se
creen que son “batallitas” de sus abuelos, que es algo ocultado en el rincón de
la historia. No. Es un logro que no hay que olvidar. Lo han conseguido
generaciones muy recientes. Generaciones de políticos y de ciudadanos que
supieron interpretar el sentido del interés general. Que supieron colocar su
convencimiento y su actuación por encima de sus intereses. Políticos y
ciudadanos que supieron dialogar, que supieron consensuar.
Viejos y jóvenes, tenemos que ser conscientes de que
hoy, esos avances están en peligro de retroceder 37 años. La crisis económica y
política nos puede llevar, -si alguien no lo remedia-, al sistema de vida que
tenían o teníamos en 1976. Todos los pilares del bienestar social se
desmoronan. Todos los avances logrados se van al traste. Una crisis económica
provocada por un capitalismo salvaje, ansioso de dinero y de poder. Una crisis
política que, lejos de enfrentarse al poder financiero, se ha subido al carro
de ese capitalismo disfrazado de liberalismo. Una vez más en la historia nos ha
invadido un sector de la derecha que nunca supo asimilar los principios de
igualdad y solidaridad. Un sector de la derecha que ni entiende ni cree en el
principio de igualdad de oportunidades.
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