¿Qué parte de responsabilidad tiene Zapatero en este asunto? ¿Qué relación existe entre su responsabilidad y el desgaste como presidente de Gobierno? ¿Son acertadas o no las políticas que está llevando a cabo? Preguntas, todas ellas muy interesantes. Preguntas que no pueden despacharse con la simplicidad que lo hace el Partido Popular. Preguntas que no hay que eludir. La historia nos dirá lo que está pasando con más sosiego. Será un análisis apasionante el día en que tengamos los datos y argumentos necesarios. Pero hoy no toca. A pesar de su importancia, desde el punto de vista electoral, hoy no es el momento adecuado para ese análisis.
No cabe duda de que es el problema fundamental que tiene España. Pero cuando estamos a las puertas de una campaña electoral; cuando estamos hablando de unas elecciones autonómicas y municipales, toca hablar de nuestros pueblos y de nuestra comunidad. Cuando en una casa se nos está hundiendo el tejado, ese es el problema fundamental, pero a la hora de comer, hay comprar y hacer la comida. No cabe decir que no podemos comer porque el tejado tiene peligro de hundimiento.
Algunos están jugando sucio. Algunos se están escondiendo detrás del problema del paro, y detrás de Zapatero, “como culpable de todo” para presentar una candidatura. No, por favor. María Dolores de Cospedal, en vez de “irse a Mallorca” a proclamar el “milagro del Partido Popular” cuando gobernó, debería estar en Castilla-La Mancha hablando del Agua, de la Educación, de la Sanidad, de las Autovías, de la Alta Velocidad, de la Agricultura, de la Universidad, de la promoción industrial, de la Ley de Dependencia, ¡de nuestro vino!.
¿O es que de eso no le interesa hablar? Ahora toca hablar de nuestra comunidad y de nuestros pueblos. Cómo han gestionado el municipio, los alcaldes y sus equipos. Ahora toca saber la valoración de Barreda y la valoración de Cospedal. Sí. El paro es muy importante, el más grave problema que tenemos, pero ahora toca hablar de este alcalde o del otro, de Barreda o de Cospedal. Eso es lo que toca. No nos escondamos detrás de un estandarte para ocultar lo que ahora toca.
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