Una sentencia difícil

 

         Desde que el presidente del tribunal que juzga al fiscal General del Estado, dice: “visto para sentencia” se inicia un periodo de estudio, quizá el más delicado de nuestra historia reciente. Desde la primera denuncia, hasta este momento, hemos vivido un proceso lleno de polarización social, política y mediática.

         No se ha juzgado a un fiscal General del Estado, se ha juzgado a quienes lo promovieron, a los denunciantes, al juez instructor, al gobierno de España, y a la propia Justicia. Son los siete magistrados de este tribunal los que tienen en su decisión la responsabilidad del prestigio, y la independencia de los jueces.

 

Julio García-Casarrubios Sainz

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