Como empieza y como acaba

 

         Todos los movimientos revolucionarios, todos los momentos en los que se experimenta un cambio de ciclo, empiezan de la misma forma; tienen la misma motivación: un descontento, una desafección, un sentimiento de basta ya, un rechazo a la actitud política. Pero el final es muy diferente; las consecuencias son variadas.

         El peligro de lo que estamos viendo, y viviendo, en este momento, es que la desafección es, en parte, lógica; y en parte provocada. Se provoca la desafección y los malos augurios, para, a continuación, los que la han provocado se presenten como los salvadores. Lo malo en este caso, es que lo que viene no es bueno, es falaz.

 

Julio García-Casarrubios Sainz

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