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Tercera
Etapa Socialista
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Haciendo un recorrido
por las páginas que destacan acciones de importantes líderes de la política
internacional me encontré con una fotografía en la que se veía a Barack Obama,
saludando al líder cubano Raúl Castro. Comentario anexo a pie de página: “Barack
Obama, nombrado presidente de los Estados Unidos, realiza su primera visita a
la dictadura cubana, para entrevistarse con el líder Raúl Castro”. Y el primer
pensamiento que se me vino a la cabeza fue buscar otros casos comparables.
Primera acción de los políticos cuando toman posesión de su nuevo cargo.
La conclusión es
sencilla, fácil y previsible: La primera medida tomada por un presidente al recibir
su nombramiento, define con toda claridad, el perfil del personaje. Deja bien
sentado si su política se va desarrollar con espíritu de unión, o marcando
distancias con los oponentes. Si va a primar una política de acercamiento para
buscar la convivencia que lleve al diálogo y buena relación, o una política que
marque la defensa de los valores que nos identifican; que pongan de manifiesto
la actitud defensiva que conduce a ver enemigos por todas partes.
Todos sabemos la desgraciada
historia de enfrentamiento entre los Estados Unidos de América y la Isla de
Cuba. Es obvio que siempre fueron enemigos irreconciliables. No busco analizar
las relaciones de EE UU y Cuba, ni mucho menos encontrar culpables de esa
situación. Los tiros no van por ahí. Solo busco diferenciar la postura de intentar
acabar con esa lacra histórica, que no beneficiaba a ninguno, y la otra, de ver
por todas partes, enemigos de la patria. O acercarse, o seguir a la defensiva
como siempre. O buscar el abrazo, o pensar en cómo perjudicarle.
No hace falta que
explique, que la decisión de Barack Obama sería interpretada por algunos,
dentro de Estados Unidos, como una traición a la patria, como una deshonra para
sus valores. Pero otros, adoptarían la posición, -que comparto- de la búsqueda
de una solución a un problema demasiado enquistado. A unos les molestaría, les
produciría un enfado descomunal, pero a otros les agradaría que a partir de ese
momento la presencia de Raúl Castro significaba una buena convivencia de
vecinos. Otros han iniciado su mandato buscando como hacer daño a los demás, creyendo
que la grandeza se fortalece hundiendo al adversario. Es la diferencia: “Unir o
desunir”.
Julio García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com
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