lunes, 13 de octubre de 2025

INFORMAR Y OPINAR

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Tercera Etapa Socialista

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         En la asignatura “Educación para la Ciudadanía” que introdujo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, siendo ministro de Educación Alfredo Pérez Rubalcaba, y que posteriormente la suprimió el Gobierno de Mariano Rajoy, se incluía en su programa, un apartado que trataba de diferenciar lo que es opinar, de lo que es informar. Se trataba, se trata, de un tema muy importante, a tener en cuenta, para la formación de los ciudadanos en una sociedad democrática. Buscaba, que los ciudadanos desde una edad muy temprana tuvieran la formación básica, en cuanto a la información que les llega desde distintos medios.

 

         Con el pretexto de que era el catecismo socialista, aquello desapareció del proyecto curricular, y hoy, claramente se echa mucho de menos. Se ha convertido en una asignatura pendiente. Se hace imprescindible saber clasificar las informaciones que nos martillean por muy variados medios; variados en la ideología, y variados en la intencionalidad. Si no hubiese desaparecido “La educación para la ciudadanía”, hoy la sociedad estaría mejor preparada para que los sesgos no hicieran mella.

 

         A marchas muy forzadas, en España, los medios con un sesgo ideológico de derechas han ido dominando hasta la saciedad, el panorama de la información. Es absolutamente contrario a los principios democráticos, de pluralidad y de libertad, el intento de estos medios de distorsionar la realidad; supone un ataque frontal a la política y a la democracia. Tratar de solucionar este problema no es fundar el sesgo contrario; no; es volver al respeto por la verdad, la libertad y la pluralidad.

 

         Al sector político y mediático que viene distorsionando la realidad, para perjudicar claramente al gobierno, les ha molestado que la televisión pública tome cartas en el asunto; lo han interpretado como un ataque a la libertad. No. Es poner en su sitio la información y la opinión. La opinión, sea cual sea, es siempre respetable; pero si se hace en base a una información veraz. Obtener conclusiones y opiniones como consecuencia de una información falsa, es intolerable. La televisión pública, financiada con dinero de todos, tiene el deber de acabar con esa distorsión, ofrecer una información veraz, desmontar bulos, y dar voz a todas las sensibilidades de una sociedad democrática con ánimo de buena convivencia.

 

 

Julio García-Casarrubios Sainz

http://juliocasarrubios.blogspot.com

 

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