La revolución de la derecha

 

         La derecha ha sido siempre y lo sigue siendo muy conservadora. Es lícito y respetable, aunque no se esté de acuerdo, aunque no se comparta. Lo que ya no es aceptable, es que, desde hace tiempo, ese conservadurismo se está dirigiendo hacia corrientes antidemocráticas. Un conservadurismo que no acepta las reglas de juego.

         Una cosa es priorizar el hecho conservador ante el progresismo, y otra muy distinta es luchar para que el mundo no avance poniendo en riesgo al pueblo soberano. Y la culpa es del propio pueblo. Porque no podemos mantenernos a la expectativa, viéndolas venir, hay que adoptar una postura activa frente a este peligro real.

 

Julio García-Casarrubios Sainz

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