De
adefesio a héroe
Eso es lo que ha conseguido el joven, -abatido por la policía-, al intentar asesinar a Donald Trump. Quizá los autores de este tipo de intentos de asesinar a un primer mandatario, no calibren bien los efectos de un magnicidio. Han sido muchos, a lo largo de la historia, los autores, sin darse cuenta de que el efecto ha sido siempre contrario al pretendido.
Los asesinados han pasado a la
historia como grandes líderes, y les han borrado todos los errores, -a veces
barbaridades-, que llevarían a sus espaldas si no hubiera sucedido tal
magnicidio. Y los que se salvaron del intento, obtuvieron unos beneficios
electorales, que nunca hubiesen conseguido, por mucho “relato” que diseñaran
sus asesores.
Julio García-Casarrubios Sainz
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