Una
provocación
Es muy difícil calificar la actitud de Isabel Díaz Ayuso al proponer una condecoración a Javier Milei. Quizá porque ella, y sus cabezas pensantes, están alineados fijamente con las tesis del populismo de ultraderecha. Quizá guiada por su obsesión de posicionarse en contra del Gobierno de España. No lo sé.
Pero lo que está muy
claro son las consecuencias. Ha colocado en una situación gravemente embarazosa
a su jefe Núñez Feijóo, -inconsciente o conscientemente-; y se coloca en una postura
provocativa -una auténtica provocación-, saltándose la reglas más elementales
de la diplomacia internacional del Estado Español.
Julio García-Casarrubios Sainz
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