Las
estrategias
Las estrategias son imprescindibles en cualquier empresa que pretenda unos objetivos. En política no podía ser menos. Además ocurre un fenómeno, lamentable, pero real. Cuanto menos se pueden presentar los verdaderos objetivos, la estrategia se vuelve más aguda, más eficaz. Si hay una verdad buena que vender, se descuida la estrategia.
Y en política, como en cualquier
otra empresa, abandonar la estrategia, o emplear una equivocada, puede resultar
letal para el desenvolvimiento de los objetivos que se pretenden. Eso es, ni
más menos, lo que le está pasando a la izquierda: que como su mensaje es muy
beneficioso para los ciudadanos se piensa que con eso basta. La realidad nos
dice que no.
Julio García-Casarrubios Sainz
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