Rectificar es loable
Apartarse de una trayectoria a todas luces equivocada es de inteligentes. Abandonar una estrategia “criminalmente absurda” tiene su mérito. Presentarse ante la sociedad participado con la palabra, como lo hacen los demás, es poco frecuente. ¿Cuántos criminales, en la vida política han dejado de asesinar y se han incorporado a la vida normal, después de haber pagado por sus culpas? Pooocooos.
Eso ha ocurrido en España. Y
deberíamos estar orgullosos de haberlo conseguido. Es mérito de los
arrepentidos y de una sociedad que fue capaz de convencerlos. Solo falta para
completar la faena, aceptarlos con normalidad. Algunos aún no lo han hecho.
Julio García-Casarrubios Sainz
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