En la Plaza de Callao
Lenta, pero segura. Así podríamos calificar la reacción de las asociaciones que defienden los derechos de los afectados por las deficiencias en las residencias de mayores. ¿Culpa de la pandemia? Puede que sí, pero no en exclusiva. La culpa de que hayan muerto más de 35.000 residentes hay que buscarla en una muy deficiente atención.
No soy un rojo
malvado comunista bolchevique; no estoy en contra de la iniciativa privada, en
esta, y en otras actividades. Pero ya es hora de que vayamos concluyendo que
los servicios públicos no deben estar en manos de negociantes irresponsables
que solo ven dinero y ganancias. Si después de rigurosos controles cumplen los
objetivos, BIEN; pero es que no los cumplen. Y los políticos que lo fomentan
mucho más irresponsables.
Julio García-Casarrubios Sainz
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