¿Llegará a España?

            La tentación de los personalismos, la tentación del pensamiento: “El partido soy yo” puede que encuentre eco en unas circunstancias de profunda crisis política. Esa crisis política de la que tanto nos quejamos algunos puede encontrar salida en un liderazgo personalista. ¿Solucionaría la crisis ese tipo de liderazgo?

            Previsiblemente no. El origen de la crisis radica en la indefinición de las ideologías. El socialismo se hace liberal, el liberalismo se hace capitalista, y la izquierda está distraída en otras batallas. Un hiperlíder podría triunfar electoralmente pero no solucionaría la crisis porque sin partido no hay una ideología definida, que es lo que hace falta.

Julio García-Casarrubios Sainz

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