Puertas giratorias

            Conocíamos las puertas giratorias de personajes que pasan de la política a la empresa privada, haciendo de esa estrategia su profesión. Es una indecencia que alguna vez habrá que acabar con ella. Pero ahora hemos conocido otra clase de puerta giratoria. Precisamente por parte de quienes presumen de ser los que más hacen por acabar con la corrupción.

            Se trata de jueces a la política, y viceversa. Que en realdad no es malo. Lo malo es cuando se hace para tapar corruptelas. El presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, maniobra para colocar como magistrado del Tribunal Supremo, que juzgará a la Gurtel, a Fernando Román, secretario de Estado de Justicia del Gobierno de Mariano Rajoy en la época de Alberto Ruiz-

Gallardón como ministro. Sin cometarios.

Julio García-Casarrubios Sainz

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