La degradación

            Caemos en la tentación con demasiada frecuencia de decir que la clase política ha caído en una degradación muy por encima de unos límites tolerables. Sin ser general, pero es cierto que esta aseveración tiene mucho de realidad. Pero ese no es el problema. La esencia del problema está que la sociedad tampoco lo está por debajo de esos límites.

            ¿Por qué digo esto? Porque una encuesta que leía el otro día, aseguraba que producía más enfadados ante el proceso independentista por si eso suponía la marcha de Mesi del Barça, que la marcha de 2.400 empresas de su territorio. No sé si hacerle caso a la encuesta. Pero de lo que sí estoy seguro es de que hemos formado una sociedad sin educación ciudadana, y eso supone que puede ser manipulada con suma facilidad.

Julio García-Casarrubios Sainz

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