Y los
malos?
¿Qué hacemos con los
malos para que no perjudiquen a los buenos? Solo el hecho de hacernos esa
pregunta ya encierra ignorancia, desconocimiento, incluso me atrevería a decir
que, un pelín de inmoralidad. Un sistema educativo no puede discriminar a unos
alumnos de otros por el solo hecho de sus conocimientos, de su condición
social, de sus facultades, de su preparación. Si lo hacemos, estaremos
ahondando más en la brecha de conocimientos, de facultades, de preparación; y
ahondaremos más en la brecha de sus condiciones sociales.
Como todos los mensajes
simplistas, parecen verdades fuera de toda duda. “Los alumnos más rezagados
influyen negativamente en los más adelantados en referencia a su proceso de
aprendizaje. Entorpecen la clase, entorpecen la tarea del profesor, y frenan el
desarrollo, que en su caso, podrían llevar a cabo los más adelantados”. El
planteamiento revela falta de sensibilidad, y falta de conocimiento del proceso
de aprendizaje. ¿No será que el sistema lo tenemos mal concebido y mal
organizado?
Ese mensaje, para mí
equivocado, no solo no ha ido desapareciendo con el tiempo, sino que por el
contrario, ha ido aumentando en cuanto que las enseñanzas obligatorias,
afortunadamente, han aumentado sus niveles de edad. En la enseñanza secundaria
es donde más se percibe. Hacen falta varios artículos para desarrollar este
tema, pero para empezar voy a plantear dos preguntas muy simples.
Vamos a seleccionar a
los alumnos como se ha hecho en muchos centros en A, B, C,.. en función de
buenos a malos. ¿Y si seleccionamos a los profesores por sus conocimientos, por
su capacidad de enseñar, por sus fundamentos pedagógicos y sicológicos, por su
experiencia en didáctica aplicada, por su interés vocacional; los clasificamos
digo, también en profesores A, B. C…?
Y otra más: ¿En las
enseñanzas obligatorias es justo clasificar y etiquetar a un alumno por su
preparación en lengua, matemáticas, ciencias, o geografía e historia? La vida
en la que se van a desenvolver cuando termine esta etapa, ¿está determinada
exclusivamente por el nivel de estos conocimientos? ¿O habrá otros factores
mucho más determinantes?. El tema no es fácil, no es así de simple. Habrá que
afrontarlo con mucha más profundidad. Lo intentaremos.
Julio
García-Casarrubios Sainz
Valdepeñas.
Ciudad-Real
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