Sábado, día 20, día de vísperas. Me pongo a escribir cuando no se
conoce al ganador de las primarias de mañana, día 21. No sé aún quien va a ser
el secretario general del Partido Socialista a partir del día 22. No conocemos quien
va a asumir la responsabilidad de levantar al PSOE.
Aun así me voy a tomar el atrevimiento de dirigirme a él, a tí. No
sé tu nombre y apellidos, pero sé lo más importante: que eres quien va a tomar
las riendas de una etapa que se avecina apasionante, en la que no caben ya los
discursos vacíos.
<Tienes por delante una abrumadora tarea. Una tarea urgente que
debes tomar con valentía, pero muy bien programada; con un orden establecido de
prioridades. Debes distinguir las tareas de partido, de las tareas de gobierno.
“Primero España y luego el partido”, habéis dicho alguno. Demagogia pura;
soflamas; frases para levantar a un auditorio al que no tienes que convencer.
Dada la situación actual, lo primero es regenerar el partido;
hacer del PSOE un partido unido, fuerte, y con las prioridades muy bien
definidas. Y no me vengas con soflamas vacías, como si las masas fuésemos tontos
o ingenuos.
Impulsa desde el primer día, las medidas necesarias para que desaparezca
de la vida interna, esa inercia de acorralar al que gana unas elecciones hasta
derribarlo; las medidas necesarias para que los candidatos y las listas se
hagan en función de los méritos reconocidos por los militantes y no por
procedimientos clientelares dirigidos desde el aparato; medidas para que las
primarias sean, de una vez, lo que deben ser, y no lo que han sido.
Y respecto a España, desde el primer día, desde donde se esté,
planes de choque para terminar, o al menos paliar, la pobreza, la desigualdad y
la corrupción. Medidas claras, entendibles, y no volver a facilitar nunca más
un gobierno que ha traído pobreza, desigualdad y corrupción. Posiciones en las
que los militantes, los votantes, y los que se fueron, vean con claridad un partido
que se ha dado cuenta de que ya no son dos los que participan en el juego, que
son cuatro. ¿Pactar? Sí; pero desde una posición de salida fuerte, sólida, con
personalidad propia; sin renunciar a su ideología y a su actitud, en aras de
esa milonga de “un PSOE útil”.
Desde el primer día, cuenta con mi apoyo, pero un apoyo exigente,
sin remilgos ni fariseísmos. ¿Interpreto bien lo que quieren los socialistas,
los que están y los que se fueron? Se verá. Éxito y suerte; no para ti, para el
PSOE>.
Julio García-Casarrubios Sainz
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