¿A qué vienen las
palmas?
El
Gobierno se presenta más contento que unas castañuelas. El paro ha bajado.
Perfecto. Por ahí, yo me alegro. Pero no me alegro tanto cuando veo la calidad
de ese empleo creado. La ministra de Empleo y su Gobierno, aparecen como
palmeros.
Pero
el trabajador que ha encontrado un empleo para no se sabe cuánto tiempo, y que
sigue en la misma miseria, no da palmas con las orejas. El problema del paro no
es un problema de cifras y de cantidades estadísticas, es un problema de
calidad, de dignidad, de superación. Ni el trabajador se beneficia, ni el
Estado recauda más, ni la economía se agiliza por el tirón de las clases medias
y trabajadoras. ¿A qué vienen las palmas?
Julio
García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com
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