jueves, 5 de enero de 2017



¿A qué vienen las palmas?


            El Gobierno se presenta más contento que unas castañuelas. El paro ha bajado. Perfecto. Por ahí, yo me alegro. Pero no me alegro tanto cuando veo la calidad de ese empleo creado. La ministra de Empleo y su Gobierno, aparecen como palmeros.

            Pero el trabajador que ha encontrado un empleo para no se sabe cuánto tiempo, y que sigue en la misma miseria, no da palmas con las orejas. El problema del paro no es un problema de cifras y de cantidades estadísticas, es un problema de calidad, de dignidad, de superación. Ni el trabajador se beneficia, ni el Estado recauda más, ni la economía se agiliza por el tirón de las clases medias y trabajadoras. ¿A qué vienen las palmas?


Julio García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com


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