_________________________________________________
Apuntes
del siglo XX…. y XXI
_________________________________________________
Nos
quedamos hablando de lo mal que, -en opinión de algunos, entre los que me
cuento-, lo ha hecho el PP, y de las grandes cosas, con sus errores y sus
aciertos, que ha hecho el PSOE; y que eso no conduce a nada. Hoy la realidad es
que, si el PSOE quiere recuperar la iniciativa de dar solución a las demandas
de los ciudadanos, tiene que cambiar el discurso, tiene que cambiar algunas de
las actitudes, y tiene que lanzar un mensaje de ilusión y de esperanza, tiene
que llegar a los ciudadanos y pegarse a la realidad. ¡Ah! y tiene que tener un
líder.
Llevo
mucho tiempo pensando en que el PSOE se ha apartado de la socialdemocracia y ha
dejado atrás las actitudes que deben diferenciarlo de los demás. Pero dejemos
la filosofía para otra ocasión, y vayamos a lo práctico, a lo necesario, a lo
urgente, a lo actual, a lo de hoy. Estamos en las manos de una gestora, que
está dando la impresión de ser parcial. Parece más una plataforma de
lanzamiento de Susana Díaz. Al menos esa es la imagen que está dando. La
gestora no es consciente de que es provisional; debe dejar de pensar en
sanciones, y debe facilitar pronto, muy pronto, la transición para que el
partido no esté descabezado.
“Susana
Díaz o Pedro Sánchez, Pedro o Susana”. Como si ese fuese el dilema. Pues no.
Ese no es el dilema. Pedro Sánchez, a quien yo he estado apoyando, aunque no
era mi candidato, creo que no ha dado pruebas claras de recuperar a los
millones de votantes que se nos han ido. Lo he apoyado, digo, porque era mi
secretario general, y considero que fue ganando dignidad en el transcurso de
sus dos años de mandato. Tampoco comparto su estrategia actual de lanzarse al
monte. No me opongo a Pedro Sánchez, pero tengo serias dudas de que sea el más
adecuado, hoy.
Eso
sí; mucho menos adecuada es Susana Díaz, muchísimo menos. Ella fue la que
forzó, junto a otras cabezas pensantes, para que ganara Pedro Sánchez. Y ella
ha sido la que ha forzado, y cómo, su salida. Es una realidad impresentable. El
porqué ha sucedido todo eso serían especulaciones en las que no quiero entrar,
aunque tengo mi opinión formada. Esa es la extendida idea, la dañina imagen, de la que hay que
desprenderse: “Quítate tu que me pongo yo”. Por tanto ese no es el dilema. El
dilema es otro, que tenemos que madurar…, mucho, pero rápido. Seguiremos.
Julio García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario