La calle y el poder
Cuando un partido tiene sus raíces
en la calle, adolece de pragmatismo político. Podemos ha llegado al poder como
consecuencia de haber sido capaces de movilizar la calle. Eso es bueno, pero no
hay que confundir la agitación de la calle, con administrar el poder.
Pablo Iglesias sigue viéndose en la
calle, mientras su correligionario Errejón empieza a darse cuenta de que ahora
toca otra cosa. El liderazgo de Iglesias cometió el error de no dejar gobernar
al PSOE y Ciudadanos, envenenado con el señuelo de que iban a ponerse por
delante del PSOE. Todavía no han asimilado el error, todavía lo están
recociendo.
Julio
García-Casarrubios Sainz
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