Consultas, ¿para qué?
Hay políticos que se les llena la
boca cuando hablan de consultar al pueblo. Quieren mostrarse como ejemplo de
democracia. Todo consultarlo al pueblo soberano. “Es el pueblo el que tiene
derecho a decidir” Y cuando los demás ponen “peros” a la consulta, los acusan
de tener miedo a lo que diga el pueblo.
Dicho así, está muy bien. No hay
mejor democracia, ni más perfecta, que la democracia directa. Pero no siempre
tienen razón, los defensores de la democracia directa. En numerosas ocasiones,
más de las debidas, son un pretexto, del líder o del partido, para obtener
otros objetivos, no confesables.
Julio
García-Casarrubios Sainz
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