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Apuntes
del siglo XX…. y XXI
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Seguimos.
Estábamos en la necesidad de fórmulas socialdemócratas para cambiar el rumbo en
el que algunos nos han embarcado. Fórmulas claras y concretas. Es lo que
decíamos hace una semana. Por lo que estamos viendo a un mes vista de otras
nuevas elecciones es que los partidos, -un tanto irresponsables-, se centran en
la polarización de la política. Es la estrategia del frentismo; es la
estrategia de presumir vencer al enemigo. Pero claro, estos politiquillos y politicastros
(Madariaga) tienen que crearse un enemigo; de lo contrario, ¿cómo lo van a
vencer?
El
grave problema de esta estrategia es que, a lo largo de la historia, los
frentismos han dado muy malos resultados. Han sido siempre destructivos.
Izquierdas contra derechas; gobierno contra oposición; catalanes contra españoles; comunistas contra
fascistas. Hoy pretenden rememorar esta estrategia PP y Podemos. Siempre con
pésimos resultados. Fue a partir del final de la Segunda Guerra Mundial cuando
surge la socialdemocracia para demostrar que la solución no estaba en los
frentismos, sino en proponer soluciones a los problemas de la gente.
Por
eso, cuando el otro día oí decir a Pedro Sánchez que no iba a subir los
impuestos a las clases medias y trabajadoras, pero que iba a introducir
reformas fiscales para que los que más tienen paguen más, me sonó muy bien. Sí.
Propuestas que respondan a las inquietudes de la gente. Pero dicho así no es
suficiente. Se queda en una declaración de buenas intenciones. El ciudadano de
a pie no se conforma con eso. Quiere saber, antes de depositar su voto en la
urna, cuánto va a pagar.
Lo
que ahora tiene que decir el PSOE, es: desde 1 a 2, nadie va a pagar impuestos;
desde 2 a 3 se va a quedar como está; desde 3 a 4 van a pagar tanto; y así
sucesivamente, para que todo el mundo sepa en qué tramo se encuentra y cuánto
va a pagar. El mensaje no es: ¡Qué paguen los ricos! Para enfrentar a ricos y
pobres. No. Hay que decir que se van a derogar todas las amnistías fiscales;
que se va a perseguir el fraude fiscal; que todos van a devolver lo defraudado;
qué beneficios van a tener los pequeños empresarios; que van a desaparecer las
triquiñuelas para evadir impuestos. Todo eso es lo que hay que decir con
claridad, con cifras y datos. Seguiremos. Hasta la semana que viene.
Julio García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com
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