Piel
escurridiza
La
entrevista televisiva hecha a Rajoy merece todo un análisis, más que político,
sicológico. Mariano Rajoy una vez más muestra el perfil de un personaje único.
A unos les habrá gustado, y a otros un poco menos, pero una cosa es
indiscutible: tiene muchas tablas; es un buen parlamentario y un buen
contertulio; lo sabe manejar muy bien. Es un experto en escurrirse para hacer
un regate y salvarse de la pregunta.
El
mérito mayor es del entrevistador. Chapeau. Y mira que es difícil entrevistar a
una persona que mide 1,90 metros, y que al preguntarle ¿a qué se debe su alta estatura?, el entrevistado le contesta: ¿Pero qué dice Vd.? si yo mido
1,50 metros. Lo normal es que el entrevistador se sienta incómodo. Pensará: ¡Se
está riendo de mí!
Julio
García-Casarrubios Sainz
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