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Apuntes
del siglo XX…. y XXI
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Porque el sistema que hemos tenido
desde la Transición, se ha basado en el bipartidismo y en las mayorías
absolutas, la ciudadanía ha dicho: “basta ya”. ¿El bipartidismo y las mayorías
absolutas son malas? No. Sencillamente no se han sabido administrar. Es una
democracia que dura hasta que el voto se deposita en la urna; y una vez hecho
el recuento, “si te he visto no me acuerdo”. El “ganador” se sube a su propio
pedestal y proclama a los cuatro vientos aquello de “ahora toca hacer lo que
mande mi pensamiento único”, por no decir “lo que me salga de los bemoles”.
Los demás son “la oposición”, como si
la oposición no representara a nadie. Pues no. Los que no tienen pedestal
también representan a ciudadanos; a ciudadanos que tienen sus problemas, y sus
diferentes enfoques. Esa exclusión es la que nos ha llevado hasta aquí. Es
cierto que tenemos muchos y muy graves problemas: la pobreza, la desigualdad,
la corrupción… Sí. Es cierto, pero se nos olvida otro problema que dificulta mucho
la solución de todos ellos: “la exclusión de los demás”, la soledad, el
desprecio a todo, el aislamiento, la negación al diálogo.
Ahora estamos visualizando el sentido
de exclusión que tienen algunos. “Si tu hablas con los fulanos esos, con
nosotros no cuentes para nada”. Si en la Transición se hubieran comportado así
ni habría habido Transición. Los excluyentes, que siempre los hubo, pusieron el
grito en el cielo porque se iba a dialogar con los comunistas. Pues se dialogó,
se consensuó, todos cedieron y Transición se hizo con éxito. No se hundió el
mundo. Fue obra de todos, sin exclusiones.
Estamos donde estamos; estamos en la
táctica del repudio, entre otras cosas de tipo educacional, porque acabamos de
atravesar una legislatura sin que el Gobierno haya escuchado a nadie. Se ha
gobernado a golpe de decretazo, omitiendo a todos. Es la lacra de la exclusión;
es la antesala del caciquismo. Y ahora, sumidos todos en la inercia de la
exclusión nos encontramos con que el partido más votado es incapaz de encontrar
ni un solo voto para configurar un Gobierno de coalición. Y por si fuera poco
la desigualdad y la corrupción, que no es moco de pavo, arrastran tras de sí
una exclusión que los ha dejado absolutamente aislados; ¡y siguen
reivindicándola!.
Julio García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com
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