miércoles, 16 de diciembre de 2015


Una indecente degradación

La desigualdad y la corrupción son los dos problemas que más daño han causado. Pero no podemos olvidar la degradación política a la que hemos llegado. Seguro que este tercer problema tiene una tremenda incidencia en los otros dos. La desigualdad y la corrupción tienen en buena parte su origen en la degradación política.

La degradación política ha llegado a un extremo insoportable. Hemos llegado montar un espectáculo de escándalo porque se denuncia la indecencia. Resulta que es mucho más grave denunciar la indecencia, que la indecencia misma. “El que comete la indecencia es la víctima, y el que la denuncia el agresor”. Es tan grave denunciar la indecencia que quien la denuncia puede ser acusado, alegremente, de ruin, mezquino, deleznable, miserable, macarra, débil, payaso, y no pasa nada. “Eso se lo tiene merecido por denunciar una indecencia”. O ¿no es una indecencia que un presidente de gobierno mande a un presunto delincuente encarcelado el mensaje: “ Luis, aguanta, se fuerte, hacemos lo que podemos”

Julio García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com



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