domingo, 6 de diciembre de 2015

ALGO ESTÁ CAMBIANDO


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Apuntes del siglo XX…. y XXI
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Yo diría, más que algo. Estamos inmersos en un cambio que no podía esperar más. Un cambio que debe producirse ya, -mañana será tarde- con generaciones nuevas, no por edad, sino por nuevas políticas. Se está poniendo a prueba, quienes pueden ser los protagonistas, quienes serán, quienes son capaces de adaptarse a los nuevos tiempos, a las nuevas políticas. Es muy importante ir devolviendo al banquillo a quienes no están a la altura de los tiempos nuevos.

Quizá el debate del pasado lunes día 30, por internet, sea el punto de partida de una nueva etapa. De momento ya vimos un atril vacío. Mariano Rajoy no quiso ocuparlo. Con esa actitud está diciendo a gritos que no está en esa movida por el cambio; por edad, -que eso es lo de menos-, por pertenecer a una generación ya trasnochada, por políticas que se han revelado nefastas, y sobre todo por maniobras plagadas de corrupción, ese atril tenía que estar vacío. Se ha excluido él solito.

¿Significa que acertó? No. Todo contrario. Con no ir escenifica la primera prueba de que es el punto discordante en esta etapa de cambio. Es una pieza que sobra, que no encaja en el nuevo motor. Ya no caben en la política actual, en la política del cambio, líderes que por razones de conveniencia electoral abandonan el primer deber de un dirigente, que no es otro que el de rendir cuentas, explicar posiciones, y, en definitiva, dar la cara. Si gana o pierde puntos, traducidos en votos, con ir o con no ir, no puede ser la excusa de faltar a un debate, y a la misma hora conceder una entrevista, él solo, en otra cadena. No es tolerable en democracia.

Pedro Sánchez se transformó así en la diana de los emergentes. Claro, había desaparecido la que debía ser la diana de todos, por sus fracasos, y por su endémica corrupción. Pero aún así, el debate mostró dos cosas interesantes: que hacen falta nuevas generaciones para llevar a cabo los cambios urgentes e inaplazables, y que, salvo roces dialécticos lógicos, la socialdemocracia, santo y seña del PSOE, se erigió como la protagonista del cambio, sobresalió por encima de todo y de todos. Todos, iban coincidiendo en las mismas propuestas de Pedro Sánchez.


Julio García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com






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