Antes y
después
Antes
del 21 de mayo pasado, Susana Díaz, para muchos, era la líder indiscutible de
los socialistas, la ganadora, la que se merecía el apoyo de barones y notables,
era la estrella. Pedro Sánchez, para esos mismos, era el chico malo, el
perdedor, el fracasado, el que no sabe otra cosa que dar bandazos, el culpable de
que el PSOE haya perdido los votos.
¡Qué
Dios les conserve la vista! O estaban ciegos, o no sabían, o no querían
saberlo, o no se dieron cuenta de que había más de 74.000 socialistas que no
pensaban así. Quisieron engañarse a sí mismos, o quisieron engañarnos a los
demás. Las primarias aclaran todas esas dudas, las primarias pasan de un antes
a un después.
Julio
García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com
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