Hablar
sin despeinarse
No
deja de sorprender y mucho, ciertas expresiones de ciertos políticos que hablan
sin encomendarse ni a dios ni al diablo; hablan sin pudor ninguno; hablan sin
importarle la exposición al ridículo; hablan sin la vergüenza de decir lo
contrario de lo que hacen.
Deja
estupefacto oír a Rajoy subido en la tribuna del Congreso, la sede de la
representación de la soberanía popular, decir que lo importante para hacer
política es “dialogar con todos”, o tener que escuchar al portavoz del Partido
Popular, Rafael Hernando, decir que “algunos no saben respetar a los
adversarios”. Esta es la política que tenemos.
Julio
García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com
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