lunes, 27 de marzo de 2017

FUERA AFORADOS


La otra noche en “El objetivo” de Ana Pastor, tuvo lugar el primer debate con la participación de los representantes de los tres candidatos a la secretaría general del PSOE. Se puso de manifiesto que los representantes de Susana y de Pedro no pueden evitar el enfrentamiento en el que se encuentran sumidos y que ellos mismos han creado. “Nosotros dijimos” “Siempre hemos dicho” “Tú dijiste”. Está claro que no pueden desembarazarse. ¡Y tienen que hacerlo! Si no lo hacen, gane el que gane, el partido quedará.., seguirá, roto; y habrá dejado de ser lo que es, lo que debe ser.

No hay otro camino. Si el PSOE quiere liderar la afección de los españoles, se tiene que olvidar de centrar el debate en ahondar en el enfrentamiento y, reconociéndolos sin vacilaciones, dejar aparcados los errores cometidos. El debate deben centrarlo en diseñar el camino más adecuado para volver a ser el partido alternativa de gobierno.

Por ejemplo: suprimir la figura de “aforado”. España es un caso único. Muchos miles de aforados. No lo sé, pero seguro que en España hay más aforados que en la totalidad de todos los demás países. Eso no puede ser. Yo dejaría la figura de aforado, reducida a cinco personas, muy lejos de esos miles de aforados que hoy existen en España. El aforamiento tendría una explicación para el Jefe del Estado, para el presidente del Gobierno, para los presidentes del Congreso y del Senado, y finalmente para el presidente del Consejo General del Poder Judicial y presidente del Tribunal Supremo. Todos los demás miles de aforados que pasen ante la Justicia en las mismas condiciones que pasa cualquier hijo de vecino.

Es más: esas cinco personas podrían acogerse a su derecho de aforados cuando el presunto delito que se investigue sea algo relacionado con el cargo que desempeña, pero si se trata de investigar un presunto desvío de dinero hacia su bolsillo, nada de aforados. El primer candidato que tome la iniciativa de presentar esa propuesta, presentando el camino claro y concreto para llevarlo a cabo, se habrá metido en el bolsillo a la mayoría de los militantes, de los simpatizantes, de los socialistas y de todos los españoles.

Ahí queremos muchos ver el debate; y no seguir ahondando en el enfrentamiento. Queremos ver propuestas sobre la cuestión territorial, sobre el empleo juvenil, sobre la corrupción, sobre los impuestos, sobre la pobreza y la desigualdad, sobre la democracia interna. Queremos ver las diferencias en estas cuestiones.


Julio García-Casarrubios Sainz


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