lunes, 27 de febrero de 2017



Puertas al campo


            Las corrientes migratorias no cesan, ni van a cesar mientras haya desigualdad, pobreza, guerras y persecuciones. Es un problema que existirá mientras el mundo “desarrollado” no sea consciente de que son seres humanos, que tienen unos derechos reconocidos por leyes internacionales.

            Problema que no se solucionará nunca poniendo vallas. Al campo no se le pueden poner puertas; intentarlo muestra muy poca inteligencia y mucha menos ética. Es necesario que el mundo sea más solidario, que vayamos a su propio territorio a prestarles ayuda, a preguntarles lo que necesitan.


Julio García-Casarrubios Sainz

http://juliocasarrubios.blogspot.com

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