PROCESIÓN SIN PALIO

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Apuntes del siglo XX…. y XXI

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Hemos visto esta semana una procesión en la que solo faltaba el palio. Al ex presidente catalán solo le ha faltado presentarse en el juzgado bajo palio. Una procesión organizada “en olor de multitud”, donde no podía faltar la aclamación, en medio del fervor y el entusiasmo de mucha gente. Es el procedimiento al que recurrían ciertos  políticos de etapas ya superadas. Pero el Sr. Artur Mas nos las ha recordado tristemente. Creíamos que eso no iba a volver más.

Podía seguir escribiendo en este tono de burla, de broma, de sarcasmo -con perdón-. Pero no puedo. El tema es demasiado serio, demasiado grave, para tomárselo a chunga. Albergo el temor de que no somos conscientes del problemazo que nos ha venido encima, por culpa de políticos, que en lugar de estar preocupados por las necesidades de sus gobernados, se han dedicado a meterse en jardines con el único fin de tapar vergüenzas y buscar beneficios electoralistas. Y ahora, ¿quién será capaz de sacarnos del embrollo? Como digo siempre: los autores de la maraña, no pueden librarnos de ella; como el pirómano no está en condiciones de apagar el fuego.

El asunto es feo, y las estrategias indecentes. Convergència fue siempre nacionalista, nunca independentista. Pero a Artur Mas, -o por orden de su jefe Pujol- se le enciende la bombilla y recurre al sentimiento identitario, al independentismo ideológico, -que existe, no lo olvidemos- y así no tiene que hablar de los problemas económicos, ni sociales, ni de corrupción. ¡Los españoles nos roban! ¡Sin España viviremos mejor! ¡Los catalanes tenemos derecho a decidir! ¡Visca Catalunya!

Por parte del Gobierno Central, siempre que ha tenido oportunidad.., “a sembrar catalanofobia”, porque eso da muchos votos en el segmento social de la derecha en el resto de España. Y ahí estamos. Un choque de trenes lento, pero mortífero. Por culpa de sus estrategias, ninguno tiene la fuerza necesaria para propiciar el acercamiento y el diálogo. Artur Mas porque no tiene la razón de la Ley; y Rajoy, en su inercia de no hacer nada hasta que los problemas se pudran por aburrimiento, no contaba con que ese proceso ilegal, descabellado, impresentable, iba a ir calando cada vez más en la sociedad catalana. Será el legado histórico de Rajoy.

Sí, la posición de los dirigentes independentistas, será todo lo inadmisible que queramos, pero va ganado terreno, poco a poco. Ahí está el peligro. El catalanismo no dispone aún de cifras suficientes para iniciar una segregación pero al paso que llevamos, no tardará en tenerlas. Han pasado, en menos de cinco años, de no llegar al 20% a aproximarse al 50 %. Las maniobras, bajo cuerda, de Jorge Fernández Díaz y los procesos judiciales les están ayudando; un regalo. ¿Soluciones? Hace falta un partido, un político valiente y honesto que diga cuál es la hoja de ruta, para poner cordura, en este desalmado proceso.

Julio García-Casarrubios Sainz

http://juliocasarrubios.blogspot.com