La caspa se contagia

                El partido de Pablo Iglesias irrumpió en la vida política con el mensaje de luchar contra la caspa. Todo era caspa. Todos los partidos eran igual de casposos. No había nadie en el espectro político que se librara de la enfermedad casposa.

            Pero mire Vd. por donde que esta enfermedad ha resultado ser tan contagiosa que el virus de la caspa se les ha metido en las vísceras de Podemos. Han caído en las luchas internas como cada hijo de vecino, mientras olvidan su propia esencia. Se les ha olvidado el mensaje con el que irrumpieron en la vida política, y que nos hizo a los demás albergar la esperanza de que por fin había llegado el cambio.

Julio García-Casarrubios Sainz

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