Otra vez PISA
La estrategia técnica y didáctica
que siguen los elaboradores del informe PISA, nunca me terminaron de convencer.
Pero es lo que tenemos; y hoy por hoy, no hay otro termómetro a nuestro
alcance. Pero hombre, por lo menos, no exageremos los resultados, ni mucho
menos los utilicemos torticeramente para llegar a las conclusiones que nos
interesa llegar. Ni el informe PISA dice que seamos el rincón del mundo en
Educación, ni como aprovecha nuestro ministro para decir que es la prueba de
que las cosas van muy bien. Antes estábamos unas décimas por debajo de la media
y ahora estamos en la media en unas cosas, y en otras, unas décimas por debajo
o por encima.
Por tanto ni nuestra situación es
para dar palmas con las orejas, ni para decir que somos los peores del mundo
civilizado, según le interese a quien lo diga. Aparte de las puntuaciones, que
podemos aceptarlas como más o menos objetivas, el informe PISA presenta dos
deficiencias, que debemos analizar con honestidad. Por un lado la diferencia de
resultados en distintas comunidades, y por otra la falta de cuestiones que no
sean las estrictamente académicas.
En lo que respecta a la primera,
el hecho de que Castilla y León sea la que alcanza mejores niveles en el
informe PISA, desmonta el socorrido argumento de que los resultados de un
sistema educativo dependen del nivel, social, económico y cultural de sus
receptores. O el campo de investigación no ha sido elegido adecuadamente, o
existen otros parámetros que debemos estudiar detenidamente, sin prejuicios de
ningún tipo.
Y por otra parte el informe
refleja resultados estrictamente académicos; importantes, sí, pero
insuficientes a todas luces. Cuando el departamento de una empresa elabora el
perfil de un aspirante a ocupar un puesto de trabajo, pide datos acerca de su
formación y de sus conocimientos en la materia, por supuesto. Es esencial para
saber si está capacitado. Pero también recurre a investigar, la motivación que
le conduce, la capacidad de relacionarse con los demás, su interés por reciclarse
continuamente, su espíritu de investigar nuevos métodos, su adaptación a
integrarse en el medio.
¿Tiene en cuenta esos aspectos el
informe PISA?
Julio
García-Casarrubios Sainz
Valdepeñas.
Ciudad-Real
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