domingo, 11 de diciembre de 2016



La democracia cristiana


            El Papa acaba de condenar a quienes, en la refriega política, atacan sin piedad a sus adversarios políticos. Ha pedido un respeto en el debate público que exteriorizan los diferentes líderes. Denuncia que es injusto porque “la mierda termina calando”.

            Es un consejo que deberían acoger todos, pero yo me atrevería a exigírselo con mayor insistencia a los que se llaman Demócratas Cristianos. No es de recibo que se falte al respeto por desprestigiar al adversario y conseguir un puñado de votos.


Julio García-Casarrubios Sainz

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