jueves, 10 de noviembre de 2016



Sorpresa o decepción


            La sociedad norteamericana ha puesto su confianza en un hombre, que además de ser multimillonario, -eso no es malo- ha dado muestras de lo más bajo del ser humano: ha enaltecido el racismo como defensor de la limpieza étnica; se ha mostrado un hombre defensor de la misoginia en toda la extensión de la palabra; un líder que su programa lo basa en el nacionalismo más excluyente; un hombre anclado en posicionamientos muy alejados del estado del bienestar; un aspirante a acabar con el Estado Islámico en un día, con un bombazo; y lo peor, -para mí-, que sea es capaz de mofarse de un discapacitado en público.


Julio García-Casarrubios Sainz


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