Fascismo puro
Los
sucesos de la Universidad Autónoma de Madrid ponen de manifiesto algo difícil
de justificar. Lo grave es impedir la palabra, es el boicot. Si no están de
acuerdo pueden manifestarlo con gritos, con pancartas, o mejor, con preguntas
en el debate, pero nunca impedir que se hable.
Quien
apela a la libertad de expresión impidiendo la libertad de los demás es un
error difícil de justificar. Y no hablemos de estudiantes, ni mucho menos de
universidad. ¿Quiénes eran? ¿Quiénes los dirigían? Habría que investigarlo.
Julio
García-Casarrubios Sainz
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