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Apuntes
del siglo XX…. y XXI
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Por
fin se ha producido la esperada reunión; esperada por el tiempo que ha pasado,
y que no debió pasar, y esperada por la falta que hace. Independientemente de
los intereses partidistas, legítimos aunque no los compartamos, se trata de un
contacto que por responsabilidad política debió haberse producido mucho tiempo
antes. No es tiempo de reproches, no se trata de buscar culpables. Solo
alegrarnos porque se haya producido, con aparente cambio de actitud y mucho
tacticismo del Sr. Iglesias.
El
primer síntoma de que este hecho es bueno para España, es la sensación de
nerviosismo, de malestar, que se detecta en ambientes políticos y mediáticos de
la derecha. No habían terminado las ruedas de prensa de Iglesias y de Sánchez,
y ya llegaban los ruidos estruendosos, políticos y mediáticos. Pero no debe
extrañarnos; es conveniente estar preparados para oír eso, y mucho más, si
algún día llegáramos a tener un gobierno de progreso, sin necesidad de nuevas
elecciones.
Con
cautela, pero hay esperanzas de que este hecho se va a producir, por dos
razones. La primera porque el Partido Popular no tiene posibilidad alguna de
pactar con nadie; sus políticas, sus actitudes y la corrupción le hacen
imposible que nadie se acerque a ellos. Solo les queda una solución, y a ella
es a la que están apostando: que fracasen los demás, que haya nuevas
elecciones, que se produzca mucha abstención y el porcentaje de votos les
favorezca. Y la segunda razón porque, ni a España ni a los demás partidos les
interesa que se repitan las elecciones. Por tanto, todos los que prometieron
gobiernos de cambio están condenados a entenderse.
Ciudadanos
y Podemos están obligados a entenderse, no pueden excluirse. Sería un grave
error para ellos y para todos. No queda otro camino que el que ha manifestado
Pedro Sánchez después de su entrevista con Pablo Iglesias, y que algunos ya lo
venimos expresando desde hace tiempo. Con los puntos en común de los tres
partidos, que son muchos y suficientes, elaborar un programa de gobierno, y las
diferencias dejarlas para que las Cortes, las debatan y las voten. No olvidemos
que a partir de ahora las Cortes no van a estar de adorno como en estos cuatro
años. Van a jugar el papel que nunca debieron perder, el papel para lo que están.
Julio García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com
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