domingo, 24 de abril de 2016

FALLAN LOS PILARES


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Apuntes del siglo XX…. y XXI
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Lo fundamental, lo imprescindible, para que se sostenga cualquier estructura, es dotarla de una cimentación sólida. La estructura que está colocada sobre arenas movedizas se hundirá; tarde o temprano, pero se hundirá; se nos ha hundido. Eso es lo que le ha pasado, lo que le está pasando, a la estructura política y social en la que nos encontramos. Han fallado dos de sus zapatas. Dos apoyos fundamentales que no hemos cuidado, que no hemos solidificado. Yo les llamo, prostitución ideológica y deshonestidad intelectual. Dos debilidades que le afectan, tanto a líderes como a la ciudadanía en general.

Hemos prostituido las ideologías políticas; hemos prostituido los principios que deben determinar cualquier ideología. El afán de sustituir los valores por los intereses, han llevado a desdibujar la esencia de las diferentes ideologías que están para gestionar la cosa pública. Y si encima la ciudadanía no tiene la honestidad intelectual para premiar o castigar la limpieza de las ideologías, vamos a donde estamos: al hundimiento de la estructura sociopolítica.

Los conservadores no son conservadores, son defensores de sus privilegios. Los democristianos, lo que menos tienen es cristianismo; se han dedicado a robar y a machacar a las clases medias y trabajadoras; ¿qué cristianismo es ese? Los liberales, cuando tienen el poder a su alcance intervienen todo, intervienen la Justicia, los medios, y todo lo que se les tercia. ¡Vaya liberalismo! La socialdemocracia, que tanto bien ha traído a España desde la Transición; los que consiguieron los mayores logros en el bienestar social, han desdibujado el socialismo; han traído la desafección y el desencanto. ¿Dónde están y porqué, los 11 millones que votaron a Zapatero?

Pero también falla el segundo pilar: la honestidad intelectual del ciudadano a la hora de votar. Votan a Pepito porque es de los suyos, aunque sea un chorizo, aunque haya prostituido sus principios; votan a Pepito para que no gane el otro. Falta madurez, falta educación para la ciudadanía. Una sociedad que no utiliza el voto para premiar o castigar las actitudes y la limpieza de sus ideologías; una sociedad que no vela por los valores y principios que deben inspirar la vida social y política, está condenada al fracaso, al hundimiento de sus estructuras.


Julio García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com



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