sábado, 12 de marzo de 2016


Doce años después


            El recuerdo del 11-M, nos trae dolor y tragedia. Cerca de doscientos muertos y más de dos mil personas afectadas, de una forma o de otra, son el resultado de los criminales atentados. España fue sacudida en lo más profundo de sus sentimientos.

            Pero esa trágica noticia vino acompañada de la mayor de las inmundicias que se pudo imaginar. Aprovechar el dolor de las víctimas y de sus familiares para rentabilizar unas elecciones. Convencidos de que si el atentado era obra yihadista, perdían las elecciones, se lanzaron, Gobierno y ciertos medios de comunicación,  a sembrar la mentira. Mentira que ha tenido dividida a la sociedad, y por la que nadie ha pedido aún perdón.


Julio García-Casarrubios Sainz

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