Doce años después
El
recuerdo del 11-M, nos trae dolor y tragedia. Cerca de doscientos muertos y más
de dos mil personas afectadas, de una forma o de otra, son el resultado de los
criminales atentados. España fue sacudida en lo más profundo de sus
sentimientos.
Pero
esa trágica noticia vino acompañada de la mayor de las inmundicias que se pudo
imaginar. Aprovechar el dolor de las víctimas y de sus familiares para rentabilizar
unas elecciones. Convencidos de que si el atentado era obra yihadista, perdían
las elecciones, se lanzaron, Gobierno y ciertos medios de comunicación, a sembrar la mentira. Mentira que ha tenido
dividida a la sociedad, y por la que nadie ha pedido aún perdón.
Julio
García-Casarrubios Sainz
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